Cualquier taller de chapa y pintura en Fuenlabrada es heredero de una larga historia que abarca desde la aparición del primer vehículo hasta los más modernos y seguros de hoy.
Mucho ha cambiado la labor del chapista en Valencia: de hecho, en los comienzos, las carrocerías eran construidas con madera. Por eso no había chapistas propiamente dichos, sino carpinteros especializados en la materia.
El carromato a vapor de Cugnot (1769) fue el primer vehículo motorizado de la historia. En él se notaba mucho la inspiración de los carruajes, que eran los vehículos que se utilizaban en ese momento. Este primer vehículo conservaba el chasis base de los carruajes, estructura sobre la cual se montaba la carrocería de madera: la necesidad de contar con un taller de chapa y pintura tendrá que esperar algunos años, hasta la aparición de los primeros chasis construidos con chapas de acero.
La sustitución de la madera por acero se debía a un cambio de mentalidad: las carrocerías pasaron de ser elementos secundarios a tomar en cuenta aspectos de seguridad, debido a los aumentos de potencia que experimentaban los primeros vehículos.
Hasta la invención de los motores de combustión interna (1876), las chapas laminadas se utilizaban principalmente para las piezas exteriores; para los elementos interiores y el chasis, aún se recurría a la madera.
El Ford T supuso una auténtica revolución en el mundo de las carrocerías, incorporando aleaciones de acero de vanadio, más resistentes y ligeras, hasta llegar a la primera carrocería totalmente de acero en el año 1927 (si bien es cierto que aún se hacía uso de refuerzos de madera).
La demanda de automóviles comienza a aumentar y aumentar, hasta la aparición del Citroën Traction Avant, momento a partir del cual se prescinde totalmente de la madera; y así hasta el día de hoy.
En Talleres Higuera encontrarás un taller de chapa y pintura en Fuenlabrada de confianza.